El Primer Concierto Juvenil fue un hito musical y educativo que reunió a tres orquestas escolares en una presentación conjunta que destacó por su diversidad artística y trabajo colaborativo. Este evento contó con la participación de la Orquesta Legato, dirigida por la maestra Belén Cavour; la Orquesta del Liceo Los Cóndores, bajo la batuta de la maestra María Barrera; y la Orquesta de Cuerdas del Liceo Bicentenario Minero Juan Pablo II (LBM), liderada por el maestro Julio Martínez, quien organizó esta actividad gracias a un proyecto financiado por la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI).
El preludio del concierto estuvo marcado por una destacada presentación de los docentes guías de las orquestas, quienes interpretaron una pieza reflejando su experiencia y virtuosismo musical. Este momento inicial cautivó a los asistentes y demostró el nivel de compromiso y dedicación que cada uno de ellos aporta en la formación de los jóvenes músicos.
Cada agrupación presentó su repertorio de manera individual, permitiendo a los asistentes apreciar la riqueza y el talento de los estudiantes:
- Orquesta Legato: Serenata para Cuerdas de Tchaikovsky, el enérgico Cancán de Offenbach y el clásico Himno de la Alegría.
- Orquesta Liceo Los Cóndores: Canon de Pachelbel y la pieza tradicional Frère Jacques.
- Orquesta LBM: La Vicuña Roja de Enrique Duran y una versión de Frère Jacques.
El momento más esperado llegó con la unión de las tres orquestas en un cierre conjunto, donde interpretaron Todos Juntos de Los Jaivas, Run Run se Fue pa’l Norte de Violeta Parra y una nueva interpretación de La Vicuña Roja, consolidando un final emotivo y lleno de energía.
La directora del Liceo Bicentenario Minero Juan Pablo II, Goigghet Andrade, se dirigió al público para relevar la importancia de promover el arte en los tiempos actuales, destacando que la música es una herramienta transformadora en la educación. “El arte permite formar a los estudiantes no solo como músicos, sino como personas comprometidas con su comunidad y con valores que los acompañarán toda la vida”, expresó.
El evento contó con la asistencia de las familias de los estudiantes, quienes se sumaron al entusiasmo de esta celebración musical. La presencia de apoderados y seres queridos fortaleció el vínculo entre la escuela, el aprendizaje y la comunidad, demostrando que la educación es un esfuerzo colectivo.
Este tipo de actividades permite a los estudiantes desarrollar una serie de habilidades clave, como la disciplina, el trabajo en equipo y la capacidad de comunicarse a través del arte. Además, refuerzan valores como la perseverancia, el respeto mutuo y la responsabilidad, mientras se fomenta su sensibilidad artística y su capacidad para adaptarse a dinámicas grupales y creativas.
El éxito de esta instancia celebró el talento musical de los estudiantes, demostrando el impacto positivo que tiene la música en la formación integral de las nuevas generaciones, fortaleciendo su autoestima y ampliando sus horizontes culturales.