Nuestros “Danzantes del Desierto” representaron a la comunidad del Liceo Bicentenario Minero Juan Pablo II en la XIII Competencia de Folclor de la Red SNA Educa

El pasado jueves 24 de abril, nuestro Liceo Bicentenario Minero Juan Pablo II fue representado con orgullo por el conjunto folclórico Danzantes del Desierto en la XIII Competencia de Folclor de la Red SNA Educa. El evento se realizó en el Liceo Agrícola San José de Duao, en la Región del Maule, y congregó a veinte instituciones educativas de distintos territorios, unidas en torno a la expresión artística de las danzas tradicionales chilenas.

Nuestra delegación estuvo conformada por estudiantes que integran el conjunto folclórico institucional, guiados por su monitor Benito Cayo, de reconocida trayectoria en la danza folclórica. Junto a ellos viajaron nuestra secretaria de dirección, Luisa Calderón, y nuestra directora, Goighet Andrade Yana, quienes acompañaron y respaldaron cada momento de esta significativa experiencia.

Si bien en esta edición nuestro conjunto no logró pasar a la final del certamen, la vivencia estuvo marcada por el compromiso, el compañerismo y una destacada disposición a celebrar el éxito de otros. Nuestras y nuestros estudiantes se sumaron con entusiasmo a la barra del Liceo de Pica, finalista y posteriormente ganador del encuentro, demostrando un genuino espíritu de crecimiento, resiliencia y unidad entre comunidades educativas.

Durante la jornada, también se valoró el mensaje del director nacional de la Red Educacional SNA Educa, Ricardo Cruzat, quien motivó a los presentes a asumir con protagonismo su propio camino, señalando que «cada uno debe ser capaz de construir y resolver los caminos de su propia vida». Una invitación a la reflexión sobre la importancia de la autonomía y la toma de decisiones en la vida de las y los jóvenes.

Más allá del escenario, nuestras y nuestros estudiantes disfrutaron de momentos de esparcimiento que incluyeron caminatas, paseos y espacios de convivencia con delegaciones de todo el país. El encuentro favoreció el diálogo intercultural y fortaleció los lazos entre comunidades escolares, aportando a una formación integral que reconoce en la cultura y en la experiencia compartida una vía fundamental de aprendizaje.

Como comunidad educativa, valoramos profundamente esta participación que, más allá de los resultados, refuerza el sentido de pertenencia, el desarrollo artístico y el compromiso colectivo que inspira nuestro quehacer formativo.